Había una vez,
una clase situada en un pueblo remoto donde no había ordenadores, y donde
siempre se encontraba una solución a los problemas sin la ayuda de internet. Los
alumnos se adaptaban a los elementos de los que disponían en el aula. Se producía
un desfase entre los conocimientos que obtenían en este pueblo y los que
obtenían el resto de los niños de los otros pueblos.
[La enseñanza
en el aula debe tener una relación con el tipo de sociedad en la que se
imparte, porque el nivel de desarrollo de una sociedad influye sobre los
recursos humanos y técnicos disponibles para la enseñanza. Por ello, la
enseñanza debe impartirse teniendo en cuenta la tecnología y medios disponibles
en la sociedad y hacer un buen uso de éstos para lograr una mayor eficiencia en
el aprendizaje].
La profesora
tenía en mente cambiar las cosas, pero no estaba segura de si su preparación
sería la correcta para poder impartir estas clases porque ella no había tenido
ninguna formación en la universidad relacionada con el uso de las TIC.
[Los
profesores suelen ser contrarios o muestran reticencias al uso de TIC en las
aulas. Esta idea se fundamenta en:
“Sin embargo,
las investigaciones también constatan como muchos de estos profesionales de la
educación no han desarrollado una actitud favorable hacia ella. Por ejemplo
Aznar, Fernández e Hinojo (2003), que diseñaron una escala tipo likert para el
estudio de las actitudes respecto a las TIC, interpretan que esto puede ser una
de las razones por las que no las utilicen en el aula.” (Mª José Mayorga
Fernández, Dolores Madrid Vivar y Fabián
Núñez Avilés, 2011, p. 214)
Por una parte, esto es debido a que usar TIC es algo novedoso y las
personas suelen presentarse contrarias a los cambios, prefiriendo lo
tradicional o lo ya existente. Por otra parte, también es debido a que los
profesores han sido formados sin el uso de TIC a nivel universitario, y
especialmente en los estudios previos].
La profesora
empezó a investigar sobre cómo podía afectar el uso de las TIC a las clases y
los aspectos que tenía que tener en cuenta. Después de mucho reflexionar la
profesora llegó a la conclusión de que el uso de las TIC no sería efectivo si
no se consigue aplicar de una forma adecuada.
[Ningún
método es efectivo si no se aplica de forma adecuada. Por tanto, para que se
pudiera lograr una mejora notoria en el aprendizaje al usar TIC, habría que
disponer de los medios tecnológicos adecuados cualitativamente y
cuantitativamente, de un profesorado formado y familiarizado con las TIC, de
una metodología y unos contenidos adecuados para la mejora del aprendizaje y de
un alumnado participativo. Los cuatro aspectos anteriores son necesarios para
que el aprendizaje con TIC sea efectivo. Hay que tener en cuenta, que el hecho
de que el método sea efectivo no implica que suponga una mejora en el
aprendizaje, sólo implica que se implementa de forma adecuada
independientemente del nivel de resultados obtenidos. Después, habría que
analizar si aplicándose las TIC de forma efectiva se obtendrían los resultados
de mejora acordes a las expectativas. La idea anterior se fundamenta en:
“Todo
parece indicar, por lo tanto, que el desfase constatado entre expectativas y
realidades no puede atribuirse únicamente a problemas de acceso. Ciertamente,
el acceso del profesorado y del alumnado a las TIC es una condición necesaria
que está aún lejos de cumplirse en muchos países, muchas escuelas y muchas
aulas, por lo que es imprescindible seguir haciendo esfuerzos en este sentido;
sin embargo, los estudios revisados indican también que en ningún caso puede
considerarse una condición suficiente. Incluso cuando se dispone de un
equipamiento y una infraestructura que garantiza el acceso a las TIC,
profesores y alumnos hacen a menudo un uso limitado y poco innovador de estas
tecnologías.” (Roberto
Carneiro, Juan Carlos Toscano y Tamara Díaz, 2009, p. 116)].
La profesora siguió investigando sobre las TIC y
descubrió que las TIC podían no ser tan efectivas como ella esperaba a la hora
de llevarlas a cabo. La profesora se derrumbó porque veía que no podría sacar
eso adelante.
[Para poder aseverar si un método sirve para conseguir
unos determinados objetivos, hay que experimentarlo en condiciones efectivas.
Por tanto, no se puede llegar a la conclusión de que las TIC no producen una
mejora notable en el aprendizaje a partir de la experiencia de su aplicación en
unas condiciones no efectivas, es decir, en la que los participantes no hagan
un uso efectivo de las mismas. En consecuencia, antes de analizar la idoneidad de
las TIC para la mejora del aprendizaje, hay que analizar las condiciones en que
se aplican. Esta idea se fundamenta en:
“En
resumen, la capacidad mediadora de las TIC como instrumentos psicológicos es
una potencialidad que, como tal, se hace o no efectiva, y se hace efectiva en
mayor o menor medida, en las prácticas educativas que tienen lugar en las aulas
en función de los usos que los participantes hacen de ellas. Cómo podemos
identificar y describir estos usos, y de qué depende que los participantes en
un proceso educativo determinado hagan unos u otros usos de las tecnologías
disponibles, son dos preguntas que están actualmente en el punto de mira de un
buen número de investigaciones y trabajos.” (Roberto Carneiro, Juan Carlos Toscano y Tamara
Díaz, 2009, p. 118)].
A pesar de todo, la profesora no se detuvo en su
empeño y empezó a pensar en cómo sacar el máximo beneficio a las TIC en el ámbito
escolar y llevar la idea hasta el final.
[El
potencial de las TIC es inherente al propio método, así que la clave está en
cómo obtener el máximo rendimiento en su aplicación en las aulas].
La profesora
decidió seguir las pautas que había pensado detenidamente. En primer lugar,
sabía que los alumnos y ella tendrían que adaptarse al nuevo tipo de clase que iban a tener. Así
que empezó a asistir a un curso sobre el uso de las TIC para sacarle mejor
provecho a la novedad.
[Hay que
tener en cuenta que todo proceso necesita un proceso de adaptación. Para que
los profesores apliquen de forma efectiva las TIC en las aulas, lo idóneo sería
que primero éstos hayan sido formados haciendo uso de las mismas. Esto
supondría aplicar las TIC desde que el profesor inicia sus estudios. Así se
conseguiría formar a profesores de forma adecuada para el uso de las TIC].
En
segundo lugar, para sacar el máximo rendimiento a la nueva mejora que estaba
introduciendo en la escuela, la profesora empezó a preparar contenidos y
metodología ya basados en las TIC, olvidando los viejos métodos que tenían en
las aulas.
[La
metodología y contenidos deberían ser los adecuados para maximizar la eficacia
del uso de las TIC. Esto requiere de un tiempo de adaptación para que se pueda
implementar la metodología, analizar su impacto y retroalimentarla con mejoras
que corrijan los errores detectados. Así se conseguiría aplicar una metodología
adecuada para maximizar la eficacia de las TIC. Además, hay que tener en cuenta
que, es habitual que los profesores utilicen la tecnología como un medio más
para formar de la misma forma que lo harían sin las TIC y lo idóneo sería que usaran
los recursos tecnológicos como base para diseñar una nueva metodología y
maximizar así la eficiencia de dichos recursos. Esta idea se fundamenta en lo
siguiente:
“No obstante,
los estudios realizados muestran también que en general el profesorado tiende a
adaptar el uso de las TIC a sus prácticas docentes, más que a la inversa. Dicho
en otras palabras y simplificando al máximo: la incorporación de las TIC a las
actividades Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y
potencialidades del aula no es necesariamente ni en sí misma un factor
transformador e innovador de las prácticas educativas. Las TIC se muestran más
bien, por lo general, como un elemento reforzador de las prácticas educativas
existentes, lo que equivale a decir que solo refuerzan y promueven la
innovación cuando se insertan en una dinámica de innovación y cambio educativo
más amplio.” (Roberto Carneiro, Juan Carlos Toscano y Tamara Díaz, 2009, p.
124)]
En tercer
lugar, la profesora sabía que no podía crear desinterés en los alumnos con este
nuevo método de enseñanza, porque si lo creaba sabía que no mejoraría el
aprendizaje con el uso de las TIC.
[Si los
alumnos tuvieran un grado de participación e interés, menor que sin el uso de
las TIC, las mejoras que produjeran las TIC se verían contrarrestadas por el
desinterés. Así que una condición necesaria para que las TIC se apliquen de
forma efectiva es hacer partícipes de forma efectiva a los alumnos. Hay que
destacar, que hacer partícipe de forma efectiva no solamente incluye el hecho
de usar las TIC, sino el hecho de usarlas de forma adecuada y para aprender].
Para
finalizar pensó que ya sólo faltaba dotar de medios y recursos tecnológicos el
aula. Sin embargo, no tenían fondos para
poner el aula tan moderna. La profesora pidió ayuda al gobierno, al alcalde del
municipio y a las familias. Incluso ella también aportó parte de su sueldo y
ahorros. Dotaron al aula con lo último en relación con las TIC. El resultado
fue impensable, los alumnos se involucraron en las clases al 100% y dieron muy
buenos resultados, tan buenos resultados que el ministerio les doto de una beca
extraordinaria.
[Para que
el uso de las TIC sea efectivo hay que dotar de medios y recursos tecnológicos,
tanto cualitativamente como cuantitativamente. Es decir, que hay que facilitar
unos recursos tecnológicos acordes al nivel de tecnología existente en la
sociedad y además hay que facilitarlos en la cantidad adecuada. Ambos aspectos
son de gran importancia y deben tenerse en cuenta de forma conjunta. Con unos
recursos tecnológicos cualitativamente y cuantitativamente adecuados se
conseguiría maximizar la eficacia de las TIC].
El pueblo
remoto llegó a ser uno de los más importantes de todo el país y en él todos sus
alumnos estudiaban usando las TIC. El pueblo pasó de ser desconocido, a ser
conocido a nivel internacional como el más innovador en el mundo de la
educación.
Realizado
por María del Carmen López Olmedilla
BIBLIOGRAFÍA
Carneiro, R, Toscano, JC y Díaz, T. (2009). Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades. Coll, C. Los desafíos de las TIC para el cambio educativo, (pp. 113-126). Madrid: OEI.
Gallego Arrufat, MJ, Gámiz Sánchez,V y Gutiérrez Santiuste, E(2010). El futuro docente ante las competencias en el uso de
las tecnologías de la información y comunicación para enseñar. Edutec. Revista Electrónica de Tecnología
educativa. 1 (34), 1-18
García, C.
(21 de octubre de 2011). Las TIC son una
herramienta más en el aula. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2011/10/21/actualidad/1319148008_850215.html. Fecha de última consulta 6 de octubre de 2014.
Mayorga Fernández,
MJ, Madrid Vivar, D y Núñez Avilés, F (2011). La competencia digital de los
docentes: Formación y actualización en web 2.0. Etic@net, 1(11),
213-232.
Para empezar me gustaría destacar la estructura que tiene el texto: cuento y explicación. Me parece muy buena idea e interesante, ya que para alguien que no conoce el tema de las TIC, explicas a que te refieres y así no dejas opción de equivocación y citando para que el interesado pueda buscar la información.
ResponderEliminarTambién quiero destacar el papel de la profesora en la escuela. Todos los profesores del mundo deberían ser como ella, es decir, que acudieran a cursos para saber utilizar las TIC e insistir al máximo hasta conseguir que su clase tuviera el mejor material para poder enseñar a sus alumnos.
Realmente me ha parecido muy interesante tu trabajo.
Comentado por Paula Martín Castillo.